La vida te tira al suelo para enseñarte a levantarte.
No importa las veces en las que creas que ya no puedes más. No importa las veces en las que el mundo te dé a entender que no eres nada. No importa las veces en las que falsas personas te dejen de lado en tus peores momentos. No importa todo lo que pierdas a lo largo del camino. No importa si te rompen el corazón una y mil veces. No importa nada, solamente importan tus sueños, tus ganas de luchar. ¿Y sabes por qué? Por que en esta vida, te tirarán muchas veces, pero tú aprenderás a levantarte. Ya sea apoyándote en tus amigos íntimos, en tus ídolos o incluso en tu familia. Cuando quieran tirarte, y alguna vez lo consigan, tú levántate con una sonrisa y demuestra que eres fuerte. Demuestra que las palabras son eso, palabras. Palabras que hieren, pero que con el tiempo te hacen más fuerte. Algún día, verás como todo lo sufrido y todo lo luchado ha merecido la pena. Por que tendrás la vida que siempre has deseado. Ten tus ambiciones, ten tus convicciones, ten tus sueños, y que nada te impida conseguirlo. Ni las malas lenguas, ni las críticas... nada. Por que tú, por el mero hecho de tener sueños y sufrir por ellos, eres merecedor de todo. Saca el guerrero que lleves dentro. Déjate caer aunque sea una sola vez para ver quienes están ahí en lo bueno y en lo malo. Déjate caer para levantarte, si cabe, con más fuerza. Vive. La vida es eso: dolor, sufrimiento... y cuando creas que ya nada merece la pena, verás que hay esperanzas. Y te aferrarás a ellas con fuerza. No te rindas y Dios, Mahoma, el destino o el Karma, te lo recompensará. No hay dolor sin luz al final del camino. No hay luz sin haber luchado. No hay nada sin correr riesgos. No hay gloria sin convivir con lo bueno y la malo. Sin dolor, no hay nada. Si no sintiésemos dolor, no estaríamos vivos. Si no viviésemos con las críticas, tendríamos que empezar a preocuparnos. Todo en esta vida tiene sus pros y sus contras. Todo en esta vida tiene su recompensa. Así que lucha, mantente fuerte y defiende tus ideales, por que tú eres tú por que alguien debe serlo. Atrévete a soñar, y continúa sin aquello que te haga más daño por el que ya hayas pasado.
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