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Mostrando entradas de diciembre, 2013

#Imagina, Louis Tomlinson & Saray.

Despertarme, ducharme, comer, trabajar. Siempre lo mismo. No tengo ni un sólo minuto para mí. «Saray, haz esto. Saray, haz lo otro». Pero esta noche iba a cambiar todo. Toda la tarde la iba dedicar a peinarme como Dios manda, maquillarme, ponerme un vestido de escándalo y unos tacones más altos que la Torre Eiffel. Y cuando la luna estuviese en lo alto del cielo, salir. Comerme el mundo. Conocer gente nueva. Y, tal vez, sólo tal vez, enamorarme. Llamé a Bel, mi mejor amiga. Pero como siempre, pasaba del mundo. Así que esta noche saldría sola. Abrí el armario. Pantalones, camisetas, faldas... Y ningún vestido. Cogí el suficiente dinero y me dispuse a salir de casa. Pero mi móvil sonó. ―Saray Larrosa Conde, coge un puto vestido y unos putos tacones. Porque esta noche sales conmigo. ―Pero...―fui interrumpida, como siempre. ―¿Qué pero ni que ocho cuartos? Hoy sales, ¿eh? C...

Sensaciones contradictorias

Me apoyé en la ventana y me pasé casi todo el trayecto contemplando su perfecto perfil. Tras haberme pillado varias veces en mi escrutinio, decidí fijar mi vista en el paisaje que parecía querer escapar de nosotros. Deseaba que me llevase lejos, y creí que eso estaba haciendo, pues se estaba alejando de la cuidad. Pero no, nos acercábamos al polideportivo de lujo que siempre me veía en la obligación de frecuentar con mis progenitores. Mis ojos se abrieron de tal forma que cualquiera podría verter sopa en ellos y tomarla, pues parecían dos platos soperos. Malikcar, maldita boba, ¿no te dice nada? Claro joder... No te olvides de que luego tenemos partido de volley con los Malik. Oh mierda, no iba a llevarme lejos. Iba a jugar contra su familia. Cada átomo de mi organismo comenzó a congelarse por la decepción. Aparté la vista del lugar que estaba empezando a odiar y la fijé en el suelo, en un intento de calmar mi interior. ―¿Bajas o qué?―esbozó una sonrisa de oreja a oreja mientras ...