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Nunca nos callarán.

Escúchame, ¡no!, no interrumpas, a mí también me dotaron con la capacidad de hablar y me dan igual todos los siglos de silencio y sumisión a los que hemos sido sometidas, por que hoy, mañana y siempre, voy a hablar. A gritar. Por mí, por esas compañeras que aún no se atreven a salir de la jaula en la que el sistema las ha metido y acallado. Por las que lo intentaron y apedrearon, llenándonos así de una rabia infinita. Por todas nosotras, que ya muchas hemos despertado, y muchas más que lo harán. Y ya nunca nos callarán.
En estos 18 años de vida que llevo, muchos de los cuales con el pensamiento crítico muy desarrollado, me he dado cuenta de varias cosas que no hacen más que incrementar mis deseos de poder cambiar el mundo de una vez por todas. La gente tiene miedo. Miedo a los cambios. A hablar libremente sobre sus pensamientos, sobre su moral, sobre el amor, sobre el sexo, sobre la libertad. Hay días que escucho varias veces: "Tienes la lengua muy larga, Ana (sí, me llaman así, qué le vamos a hacer), está muy bien que defiendas tus ideales, pero no en la calle." Pero, si no es en las calles, ¿entonces dónde? ¿Se lo grito a mi almohada? ¿Qué cambio puedo llegar a conseguir con eso? Cada vez que expreso mi aprensión al amor romántico, me dicen: "Eso es porque nunca te has enamorado, cuando lo hagas ya verás." Ante esto, ¿qué debería hacer? ¿Reír? ¿Llorar? Ya veré ¿qué? ¿L...
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"Esta vez tú serás Roma, y yo el paso del tiempo. Estarás en ruinas y yo, yo seré más sabia."

Million Pieces

Ella era distinta. Era fuego y hielo a la vez. A veces, me derretía con su mirada. Otras, me enviaba al lugar más oscuro que pudiera imaginar. Me agarraba tan fuerte que parecía que no podía respirar y al segundo me lanzaba al abismo. Me besaba con fuerza y luego su indiferencia me abofeteaba. Era mi marca de heroína un día y al otro mi porro diario cuando algo exasperante o malo me sucedía. Ella estaba rota, pero aún así era la mejor canción de jazz que mis dedos podían tocar cuando recorría su cuerpo. Era la octava maravilla cuando se reía. Y me rompió. No sé si por puro egoísmo o porque sentía que no la llegaba a comprender. Pero lo hizo, y eso me sumó para siempre en su caótica vida. Todo empezó cuando la conocí, para qué mentir, aunque no era consciente de ello. Aquella noche comencé a perderme.

Art.

¿Qué es el arte? ¿Cuatro manchas de pintura roja en un lienzo, que para mí no significa nada, pero que para otra persona puede significarlo todo? ¿El popart de Warhol? Sin duda lo mejor que se ha visto en el s. XX. ¿Esculturas abismales que conllevan meses y años de trabajo, hechas con hierros y más materiales pesados? ¿El ballet? ¿Los clásicos de la literatura? ¿La novena sinfonía de Beethoven? ¿Las cuatro estaciones de Vivaldi? ¿Leonardo da Vinci? ¿Les cantantes del metro? ¿El jazz? ¿El rock? ¿Charles Chaplin? ¿El moonwalk de Michael Jackson? Hay muchas formas de hacer arte, pero para mí arte es reír, es vivir, es ponerle pasión a todo lo que haces. Es arriesgar y perder. Es crear en tu mente la octava maravilla mientras paseas los dedos por las costillas de quién amas. Es llorar, caerte y luego levantarte. Arte es un grito de júbilo en mitad de la...

Exhausted.

¿Cuál es la razón por la que venimos a este mundo? ¿Existe, acaso, alguna? Nacemos, nos inculcan sus conocimientos, sean o no erróneos y, entonces, nos empujan fuera de la burbuja. Dónde la hipocresía apremia y las injusticias nos rodean e, incluso nos afectan. Dónde la democracia es una pura mentira para que nos creamos libres de elegir, ¿pero en realidad quién o qué nos gobierna? El dinero. Simples papeles y metales redondeados al que le damos valor, valor que nos corrompe día tras día. Simples objetos que crean algo mucho más grande y profundo que la falla de San Andrés, dónde los trabajadores de a pie estamos abajo, dándole espectáculo a los que se creen poderosos por poseer esos papeles, aumentando su ego, necrosando aún más sus almas. Pero lo peor no es eso, lo peor es que muches de nosotres estamos ciegos. No vemos lo podrida que está nuestra sociedad, heteropatriarcal y co...

Nineteen.

Bueno, como siempre, te adelantaste a los acontecimientos. Y es que ayer me quedé dormida mientras escribía esto, y claro, no se guardó. Y aquí estoy. Como bien sabes, si has leído alguna vez este desastre que es mi blog, todas las personas que son parte de mí tienen que formar parte de este fallido intento de cosas guays. Y es que hemos pasado por tanto en tan poco tiempo... En septiembre hará dos años desde que nos acercamos y comenzamos a compartir nuestras locuras, nuestros pensamientos. Dos años riendo, llorando, discutiendo, pasando por putadas, compartiendo recuerdos y creando más... Siempre te lo digo y nunca me cansaré de decírtelo: me tienes aquí veinticuatro horas al día, siete días a la semana y trescientos sesenta y cinco días al año para absolutamente todo. Desde contarme una pequeña locura que pase por tu cabecita, seguido de un "¡Oh,  Dios, Anabel!" hasta tus más ...