Nunca nos callarán.
Escúchame, ¡no!, no interrumpas, a mí también me dotaron con la capacidad de hablar y me dan igual todos los siglos de silencio y sumisión a los que hemos sido sometidas, por que hoy, mañana y siempre, voy a hablar. A gritar. Por mí, por esas compañeras que aún no se atreven a salir de la jaula en la que el sistema las ha metido y acallado. Por las que lo intentaron y apedrearon, llenándonos así de una rabia infinita. Por todas nosotras, que ya muchas hemos despertado, y muchas más que lo harán. Y ya nunca nos callarán.